- Location: San Isidro Community, Yrybucua District, Paraguay
- Works for: Federación Nacional Campesina (National Peasant’s Federation)
- Role in #women2030: Training participant
- Related SDGs: SDG 1, SDG 2, SDG 3, SDG 4, SDG 5, SDG 6, SDG 12, SDG 13, SDG 15
In Paraguay at Federación Nacional Campesina I am responsible for the coordination. I work to strengthen the organisation’s advocacy capacity in order to influence the national politics and economic dynamics. We do this to achieve agrarian reform and for us, changing the political and economic system is a fundamental requirement to ending the dominance of large landholders that destroy the environment. We advocate for a national economy and industry that is based on the interests of the Paraguayan people as a whole, in defence of life, health and our future. I have participated in Women2030 trainings and debates, where we talked and learned about environmental issues, the defence of water and how to improve health in our territories. The trainings where orientated towards the fight against poverty, pollution and deforestation, and for equality, our knowledge, sovereignty and seeds.
The history of Paraguay’s women is partly the history of Paraguay itself. It was a woman, India Juliana, who was the first to rebel against the Spanish invaders. Women reconstructed the country after the infamous War of the Triple Alliance, during which 90% of the country’s male population was exterminated. Throughout the Federación Nacional Campesina’s history, many women have occupied lands, resisted, and lead organised and productive advocacy processes. That is why in the women’s brigades we prefer not to speak of victims of sexist behavior, but we rather focus on analysing and strengthening the process of building joint community thinking that forms the basis for understanding the different forms of violence against women. In the Federación, women and men understand the facts from a political perspective and collectively make decisions. In this way we fight in all areas, including the fight for the full recognition of the rights of the people.
Something that is important when organising debates is to ensure that women can participate in them. Men sometimes do not want women to be part of the debates and assemblies. But when there are women joining the debates, they realise that responsibilities are shared, and when we understand this, we become stronger. Another challenge is to be respected by our male colleagues. Sexist behavior is sometimes expressed in a very subtle way. There is also the shame that women experience, they often do not want to talk about what is happening to them and how they are suffering at home for just being a woman. The women’s struggle within the Federación Nacional Campesina is a struggle that has been going on for years and fortunately, we have slowly strengthened our women’s brigades.
We face challenges through debate and organisation. After many discussions with our female colleagues, they have started to feel confident enough to denounce what happens to them. To really participate, which is more than just being present, women have to be able to decide, raise their concerns and act accordingly. We have built participation from the ground up, so that what we say is heard and becomes part of the recovery of the land. In this way we defend our sovereignty.
Teodolina Villalba
- Ubicación: Comunidad de San Isidro, Distrito de Yrybucua, Paraguay
- Trabaja en: Federación Nacional Campesina
- Función en #women2030: Asistente a los talleres de formación
- ODS relacionados: ODS 1, ODS 2, ODS 3, ODS 4, ODS 5, ODS 6, ODS 12, ODS 13, ODS 15
Me llamo Teodolina Villalba y soy la persona responsable de dirigir la Federación Nacional Campesina. Trabajo para fortalecer la capacidad de incidencia de la organización en la dinámica política y económica nacional, a favor de la concreción de la reforma agraria que es, para nosotros, requisito indispensable para acabar con la estructura dependiente, latifundista, destructora del ambiente, el atraso y la gran expoliación oligopólica. Pretendemos una economía e industria nacional en función de los intereses del conjunto del pueblo paraguayo, en la defensa de la vida, la salud y el futuro de la gente.
La historia de las mujeres de Paraguay es en parte la historia del Paraguay. Fue una mujer, la India Juliana, la primera en rebelarse contra el invasor español. Fueron las mujeres quienes asumieron la reconstrucción del país tras la infame Guerra de la Triple Alianza, que exterminó al 90% de la población masculina del país. En la historia de la Federación Nacional Campesina fueron muchas las mujeres que se destacaron en las ocupaciones de tierra, en la resistencia y en liderar procesos organizativos, productivos y de incidencia. Por eso en las brigadas de mujeres preferimos no hablar de víctimas del machismo, sino enfocarnos en analizar y fortalecer el largo proceso de construir un pensamiento comunitario desde donde comprender las distintas formas de violencia hacia las mujeres, y juntos (hombres y mujeres) poder entender los hechos desde una perspectiva política, debatirlos y tomar decisiones de forma colectiva. Así luchamos en todos los casos, incluyendo la lucha a favor de la plena vigencia de los Derechos de las personas.
Los mismos que para enfrentar cualquier situación. El primero es lograr que las mujeres puedan participar de los debates; los hombres a veces no quieren que las mujeres salgamos a los debates, a las asambleas, porque al debatir las mujeres ya se dan cuenta de que las responsabilidades son compartidas, y al entender, ya somos más fuertes. Otro desafío es conseguir el respeto de nuestros compañeros varones; el machismo a veces se expresa de manera muy sutil. También está la vergüenza de las propias mujeres, que a veces no quieren contar lo que les pasa, lo que sufren en su casa por el solo hecho de ser mujer. Afortunadamente la lucha de las mujeres dentro de la Federación nacional campesina es una lucha que ya lleva sus años, y lentamente hemos ido avanzando para fortalecer nuestras brigadas de mujeres.
Nosotros enfrentamos todos los desafíos por medio del debate y la organización. Fue luego de muchas discusiones que las compañeras fueron tomando confianza para denunciar lo que les pasa, para ir avanzando en la participación real que no es solamente la presencia, porque como mujeres tenemos que poder decidir, plantear y accionar conforme a tu planteo; nosotras construimos eso desde la base, construimos participación para se escuche lo que decimos, para ser parte de la recuperación de la tierra y la defensa de nuestra soberanía.
La Federación Nacional Campesina acordó con la organización Heñói un proceso de formación y debate con las compañeras, centrado en temas ambientales, la defensa del agua, de los pocos bosques que quedan en Paraguay, cómo mejorar la salud de nuestros territorios, la necesidad de recuperar autonomía productiva, entre otros temas. Ese proceso de debate también se hizo con compañeras de otras organizaciones. Nos centramos en el trabajo con las compañeras de los departamentos de Caaguazú y San Pedro, donde el avance de los monocultivos transgénicos se vive con mucha violencia, y los territorios de nuestras comunidades están muy amenazados. Las compañeras Lisa Meyer e Inés Franceschelli llevaron las capacitaciones; los temas los hemos elegido conjuntamente, tomando siempre como orientación la lucha contra la pobreza, por la igualdad, en contra de la contaminación, la deforestación, y a favor de nuestras semillas, nuestros conocimientos, nuestra soberanía.